Tmesis

septiembre 21, 2015

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Anaptixis

septiembre 14, 2015

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Papillon

septiembre 10, 2015

Libro: Papillon
Autor: Henri Charrière
Biografía-Aventuras
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Esa tarde, en la entrada del mercado, me topé con Papillon, que se volvería mi objeto más valioso. Sobre un plástico azulino tendido toscamente en el húmedo piso, el viejo y voluminoso libro destacaba sobre los otros por el dibujo de la carátula y el tamaño descomunal de su título. Sin embargo, lo más impactante fue la leyenda inferior que rezaba: «¡La más grande historia verdadera de escape y aventura jamás escrita!». Lo decidí inmediatamente, y pagué diez soles sin discutir ninguna rebaja.
El libro, que estaba algo apolillado, tenía 484 páginas; aparte de ello, la preciosa mariposa celeste posada sobre el viejo candado oxidado ocupaba más del 60% de la carátula; el título y el nombre del autor, más del 30%; de modo que a la leyenda incitadora no le sobraba mucho espacio.
Papillon era Henri Charrière, un acusado injustamente que fue sentenciado a trabajos forzados perpetuos en la Guayana Francesa.
Pese a que no siempre es fácil, Charrière sabe contar convincentemente los hechos reales, o supuestamente reales, en el formato novelado. Al leer el libro, sentí estar inmiscuido en las innumerables peripecias del personaje en busca de su libertad… Yo estaba ahí; creía respirar libertad, luego de la primera fuga, bajo las estrellas de la noche caribeña; me conmovía al verle el rostro al líder de los leprosos en la Isla del Diablo; volvía a ser encarcelado; conseguía, finalmente, la libertad. Vivía las aventuras y sufría las desventuras.

Tenía 14 años, y nunca había sentido empatía por un personaje y tanta pasión por la lectura. Fui Papillon cuando lo leí; y aún hoy, en algunos de mis sueños, lo soy. Papillon forjó definitivamente mi sensibilidad para leer. Le debo eso, le debo tanto.

Soy

septiembre 10, 2015

Soy decepcionante porque digo lo que siento pero no actúo
Soy reprochable porque prometo más de lo que puedo cumplir
Soy noctámbulo porque antes que nada soy nictálope
Soy desordenado porque de esa manera me siento en orden
Soy algo callado porque hablo mucho conmigo mismo
Soy de olvidar fechas porque me estresan los calendarios
Soy «lenguólogo» porque me suena mejor que lingüista
Soy amante de la luna porque me creo el sol del atardecer
Soy de corazón ardiente porque no me basta la cabeza fría
Soy desquiciado porque aspiro a la genialidad
Soy de justificar los medios porque el fin es la poesía

Y porque el fin es la poesía cántame mi verdad
¡Porque soy de siempre escuchar!